Presentación

Saludos!
Bueno pues estas son las experiencias de mi paso por Islandia. Un año que ha marcado un antes y un después en mi vida y en mi forma de pensar a cerca del mundo en el que vivimos. Buen país, buena gente, buenos paisajes, en resumidas cuentas, buena Erasmus.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Aquí también el tamaño y el grosor importa

Bueno, lo prometido es deuda. Aquí os dejo lo que sin duda me ha impresionado más de los islandeses. Supongo que es una tradición muy extendida en el mundo lo de medir quién la tiene más grande... las rueeeedas. Seguro que más de uno ya estaba pensando en otras cosas o no? no es bueno ir con esa mente tan sucia por ahi eh!!

Ea, pues hechas las presentaciones, aquí os dejo los juguetitos que gastan los islandeses.


¿Que os parecen? Yo prefiero siempre el chiquitito pero juguetón.

Primera salida nocturna

El mismo día de la excursión y después de una duchita con agua caliente con olor a huevo podrido, aquí el agua caliente es agua termal y hasta que no te acostumbras al olor lo pasas algo regular, comenzamos a xumar (beber), que diría Jon. En un momento nuestra guesthouse se llenó de gente desconocida, cada uno hablando en su idioma y todos hablando en inglés. Al principio, me acojoné a la vez que envidiaba como todos hablan inglés perfectamente, pero tras varias copitas (esto es literal, son copitas chicas) empecé a chapurrear inglés y algo de italiano que recordaba de mis dos semanas en Italia.

Lo que más me impresiona de esta gente es que dicen a la hora a la que nos vamos a ir y cuando llega esa hora da igual lo que estés haciendo que nos vamos. No cabe la posibilidad de apalancarse ni nada de eso.

Una vez en la calle, todos seguimos a Vasa. El tío lleva aquí el mismo tiempo que los demás pero ya se conoce todos los garitos, donde es más barato, donde ponen los mejores chupitos, donde están todos los erasmus... Así que el camino a los bares es fácil, follow to Vasa!!

Del resto de la noche poco que contar, ya sabeis, alguna lagunilla que otra y demás. Los kilómetros no hacen que eso cambie mucho.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Viaje al Golden Circle


El pasado 15 de septiembre la universidad preparó un viaje, dentro de su programa "Introduction to Iceland", a una serie de lugares todos ellos preciosos. Empezamos yendo a una granja donde en estas fechas reunen a todo el rebaño para separarlo por dueños. Aquí el rebaño se deja en medio del monte y se le hecha un vistazo de vez en cuando, supongo. Este acto es algo así como una pequeña fiesta donde se reunen, además de los ganaderos, muchas personas que vienen a ayudar. Bueno, nuestro trabajo consistía en meternos en una especie de plaza de toros, con pequeñas parcelillas a los lados, donde iban entrando las ovejas. Una vez allí teniamos que trincar a las ovejas por los cuernos y llevarlo a su respectiva parcela (cada una marcada con el nombre del dueño). Por si os preguntais que tal lo hice, tengo que decir que eran las ovejas las que se reían de mí, no fui capaz ni de asustarla. En medio de ese alvedrío, mientras yo seguía fijando mi objetivo, nos dimos cuenta los tres españoles, que nos habíamos quedado un poco solos. Así, cuando miramos a la puerta por donde iban entrado las ovejas, nos fijamos en que una manada de ovejas encabronadas venían hacia nosotros. Como pudimos salimos corriendo hacia los lados y, gracias al del yepa yepa yepa, que empezó a gritar en la puerta todo quedó en un pequeño susto. Este susto fue lo que nos inclinó a salirnos de allí y mirarlo desde la barrera, donde todo es más gracioso.







Después de esto nos fuimos a la catarata Gulfoss, claro está y como viene siendo habitual ya la lluvia empezaba hacer acto de presencia. La catarata Gulfoss es una de las mayores cascadas de Islandia. Tiene una caída de unos 40 m. aproximadamente y las vistas son, imaginaroslo, impresionante. Como nota importante os recomiendo ir en pleno verano, ya que esta cerca de uno de los glaciares de Islandia y el frío le quita algo de encanto o no te deja disfrutarlo del todo.













De izquierda a derecha:
Jon (el gallego), Vasa (el serbio-sueco), Erik (el sueco) y yo (el que más frio tiene).



Justo cuando subíamos al autobús empezó a nevar. En un primer momento, mi reacción fue de alegría e ilusión, pues exceptuando esos cuatro copos que cayeron una vez en Jaén, nunca había visto nevar. Estuve todo el camino mirando como caía la nieve pero dos minutos después de bajarme del autobús estaba hasta los huevos de la mierda de la nieve y del frío. Acababamos de bajarnos en la zona donde se encuentran los geiseres. Uno de ellos, Geysir, es el más antigüo y de ahí el nombre de estos, se encuentra en esta zona.

Lamentamos comunicar que con la nevada que estaba cayendo, nadie fue tan osado de sacar las manos de los bolsillos. Básicamente, es un boquete muy grande con agua como para hacer una buena sopa, que cada 10 o 15 minutos expulsa todo el agua que se le acumula, con tanta mala leche que este puede alcanzar los 15 metros fácil.

Una vez comido, secado (ole el tio que inventó el secador de los baños) y preparado para volver a hartarnos de nieve, salimos del bar donde nos encontrabamos hacia el autobús. Éste nos llevaría ahora hacia el primer lugar donde se celebró el parlamento en Islandia. Durante el camino estuve durmiendo pues la mezcla de café ardiendo para entrar en calor me dejó muerto. Una vez allí, uno se da cuenta de por qué eligieron ese sitio. Aquí os dejo algunas de las vistas.


Islandia - España

Ayer, me levanté tempreno para ir a buscar las entradas del partido de nuestra super selección. Después de varios minutos donde estuve investigando en la estación de autobuses, cuál era el que me dejaba en el estadio, me monté en el de la visita guiada a Reykjavik, y, tras 20 min llegué al esstadio. Allí, me encontré con un inglés fan nº 1 de todos los españoles del Liverpool (hay que estar muy mal de la cabeza para pegarse un viaje hasta Islandia pa ver jugar a 3 tios de tu equipo). Bueno, pues el pavo éste me relió para que me metiese con el en el hotel de la selección. Sólo le faltó meterse en la habitación de los jugadores a echar un mus, claro que yo le seguía detrás. En vista de que no vimos ni al masajista, nos fuimos cada uno por su lado.

A las 18.30, Jon y yo, nos fuimos para el estadio. También había que estar muy mal de la cabeza para salir de casa con la que estaba cayendo. Nos montamos en otro autobús que hacía una ruta más cortita y en cinco minutos estabamos en el estadio.

Claro está, eramos de los primeros españoles que andabamos por allí, así que también eramos los conejillos de indias de todos esos reporteros españoles que necesitaban hacer algo para pasar el frio. Nada más pasar los controles de seguridad, una periodista de TVE asaltó a Jon, bien empezamos, Jon venía contandome por el camino que su ilusión era que Islandia ganara, así que la respuesta a la reportera no podía ser otra que 2-0 para Islandia y lo dejó en un breve: "Allí donde fueras, haz lo que vieras", no se puede ser más gallego.Después no pilló RNE, nos metió en directo y nos estuvo preguntando que qué hacíamos allí, qué estudiabamos y nada lo típico, quién va a ganar (ya nos podía a ver pillado el Carrusel Deportivo que lo escucha más gente).


Después de toda esta avalancha de medios (por un momento me creí Julian Muñoz y ya iba a empezar a decir: "Baja esa cámara te he dicho, coño"), nos fuimos a nuestros asientos. Allí en la última esquina del estadio, con otros 30 o 40 españoles que venían invitados por una empresa (ya te tiene que sobrar el dinero para invitar a esto) y con Manolo el del Bombo. Menuda decepción lo de Manolo, tiene un ayudante que le lleva y le trae el bombo.
Del partido poco que contar, sólo decir que espero que la RFEF me devuelva las 4000 kr (50 euros) que pagué por morirme de frío mientras unos jugadores se arrastraban por el campo.
Bueno eso y que conocimos a Rafael, un malagueño que lleva 20 años en Islandia y que tuvo la amabilidad de llevarnos a casa en su coche (le llama Margarito), no sin antes intentar reliarnos, llevarnos de cerveza y ponerse a ligar con chavalas (podría ser su padre).

miércoles, 5 de septiembre de 2007

La ciudad

No llevo ni una semana por aquí, pero no me he podido resistir a dar una vueltecilla por la ciudad. Llama la tención o, al menos para mi, las casas. Son las típicas casas de pueblos metidas en la capital de país. Sólo ahora, cerca de la costa, se empiezan a ver grandes edificios.

Otras de las cosas que me han encantado es el lago Tjörnin (estanque), situado en medio de la ciudad y en la que en cada paseo que por ahora llevo dado hasta la universidad, una bandada de patos vuelan a escasos metros de mi cabeza.





Perdonad por la resolución de algunas imágenes pero es que están hechas con la cámara del móvil. Por cierto, ese edificio tan elevado que se ve en algunas fotos es la catedral de Reykjavik, tiene una altura de 75 m. y está hecha de cemento, por si a alguno le interesa...




Por cierto, para que tengais un poco de culturilla de trivial, este hombre es Leifur Eriksson, hijo de Erik el Rojo (descubridor de Groenlandia), y fue el primer hombre europeo que pisó America. Lo que pasa, que se fue para hechar el invierno nada más y sus hermanos que fueron después tuvieron alguna peleilla que otra con los indios, por lo que nunca se asentaron... (espero no haberme cargao media historia de Huelva).
Ya para terminar con esta toma de contacto, aquí os dejo una foto del "solfar", que no es más que un monumento a sus raíces, los vikingos. Esta escultura es completamente de metal y, si se tiene suerte y se va a visitar cuando le pega el sol, parece que es dorada. O eso, o veo dragones azules y no lo se, porque a mi me pareció dorada cuando la vi por primera vez.








Primeros pasos en Islandia

Cuando se decide venir a Islandia, existen una serie de pasos que hay que seguir para no parecer mucho más guiri de lo que ya se es. Seguramente se me olvidarán muchas cosas, así que si tenéis dudas o queréis saber algo más sobre algún tema, sólo tenéis que decirmelo. Para calcular cuantas coronas son un euro, sólo hay que multiplicar las coronas por dos y pasarían a pesetas. Luego el paso de pesetas a euros ya lo conocéis todos.

1º.- EL VIAJE: En el tema billetes no me voy a meter, más o menos si se compra con tiempo te puede salir "barato", teniendo en cuenta que los precios no bajan de los 130 euros (que yo sepa). Es indispensable el pasaporte aunque el D.N.I también te lo permiten, pero yo no me arriesgaría y si se puede ir con el pasaporte mejor. Una vez en el aeropuerto, olvídate de la maleta y vete al duty free porque va a ser la última vez que veas precios medio coherentes, es lo que hace todo el mundo... Cuando ya tengas todo, un autobús os llevará hasta Reykjavik (el aeropuerto está en otra ciudad, Keflavik) por unas 1.200 koronas (kr.), en un trayecto que dura alrededor de 45 min. Por lo de cambiar el dinero no os preocupéis que lo podéis hacer en la misma terminal del aeopuerto. Se puede optar también por un taxi, pero lo de ser taxista tiene que ser una cosa de que uno no se hace, sino que nace, y la mayoría, sean del pais que sea, intentan aprovecharse del pobre guiri.
Por cierto, tened cuidado con lo que metáis en la maleta. Si queréis más información entrad en la página del Consulado de España en Islandia.
http://www.mae.es/es/MenuPpal/Paises/ArbolPaises/Islandia/Recomendaciones+de+viaje/recoIslandia.htm

2º.- EL CLIMA: Durante los meses de verano, los días son larguísimos. Recuerdo que cuando llegué anochecía a eso de las 23.00. Ahora en Diciembre, las horas de luz se reducen a 6 (y llegará a ser menos), desde las 10 de la mañana hasta las 16.00. La temperatura, suele oscilar entre los 10ºC y los 15ºC en los mejores meses y, actualmente, oscila entre los 4ºC y los -5ºC, pero lo peor está aún por llegar. Como dicen los nativos, aquí no hace frío, aquí lo que se va es mal abrigado. Normalmente llueve o, como ahora, nieva, así que unos pantalones y un chaquetón que no cale el agua no serían mala idea. Después de todo, tengo que decir se soporta ¡eh!, que yo soy de Huelva y no me quejo... mucho. También es que el día antes de venir estaba pegándome un remojón en la playa, cuando podía estar entrenándome en la montaña... Así que empecé con mal pie.

3º.- ALOJAMIENTO: Lo del alojamiento se encarga la universidad una vez se ha aceptado vuestro ingreso. En mi caso, opté por las opciones piso o residencia de estudiante y me concedieron la segunda. La verdad que en ese aspecto me siento afortunado pues, Aurora Guesthouse, nuestra residencia, es como un chalet de 16 habitaciones, con 4 cuartos de baños, una cocina y un pequeño comedor, todo bastante bien. Además, el casero sólo se deja ver una vez al mes, así que estamos mejor que queremos. El precio de las habitaciones oscila entre las 35.000 kr. y las 45.000 kr. dependiendo del tamaño y demás (como en todos sitios). La residencia cuenta con servicio de lavandería, televisión y Wi-Fi, todo incluido en el precio (joe! parece que voy a comisión con el dueño). La otra opción es más barata pero nunca se sabe lo que te puede tocar. En general, yo creo que son las dos mejores opciones.

4º.- DOCUMENTOS: Una vez que ya estéis instalados y con domicilio fijo, deberéis ir a haceros el kennitala, algo así como el D.N.I para inmigrantes. Éste es indispensables para matricularos en la universidad y para abriros una cuenta en el banco, por ejemplo. También es importante, si vuestra estancia es superior a 6 meses, que vayáis a la embajada española en Islandia, que se encuentra en Kopavogur, cerca de la capital, para haceros un permiso de residencia, que también os sirve como permiso de trabajo, por si os animáis a ganaros unas pelillas.

5º.- TRANSPORTE: Evidentemente el transporte más usado por los estudiantes son los autobuses. A diferencia de lo que estamos acostumbrados son puntuales, tal cual. En la universidad nos dan una tarjeta para usarlos cada vez que queramos, por el sólo hecho de ser Erasmus, así que pedirla.

6º.- LA COMIDA: Seáis de donde seáis y por muy mal que comáis, echaréis de menos la dieta mediterránea, pero algo malo tendrían que tener los islandeses, ¿no? El mejor sitio para hacer la compra es el Bonus, algo así como el Mercadona de España. La variedad de productos no es muy alta y lo que no son productos elaborados tienen precios prohibitivos. Esto no quiere decir que no se puedan comprar, pero sí, que no se puede hacer ensaladas todos los días como ocurre en España.
Especial atención tendréis que poner con la fecha de caducidad. Aquí los productos lácteos, por ejemplo, no duran más de una semana y cuando dicen que caducan es que al dia siguiente tu leche ya es queso, no hay vuelta de hoja, y por supuesto ni se os ocurra dejarla fuera de la nevera.

7º.- EL ALCOHOL: Lo sé, todos venís aquí a estudiar y algunos ni beberán incluso, pero para todos los demás deciros que aquí hubo ley seca hasta hace unos 30 o 40 años. Consecuencias, aún hoy, el alcohol sólo se puede comprar en tiendas especializadas, por lo que se reduce el número a un total de una única tienda en la capital, VinBud. Hay que destacar, que las cervezas que os encontraréis en los supermercados y 24h. son sin alcohol o con un grado mínimo, tened cuidado... los que bebais.

8º.- LA VIDA NOCTURNA: Olvidaros de la típica Erasmus en la que se sale todos los días. Claro que podéis salir, pero lo mismo os encontráis un poco solos. Los bares cierran a eso de la una durante la semana, los jueves lo mismo se aguantan un poco más pero tampoco se trasnocha y sólo los fines de semanas se puede quedar uno en la calle hasta altas horas de la noche. Habreis observado que digo altas horas de la noche y no tempranas horas de la mañana, ¿no? Imaginaros el por qué.
El precio medio de una cerveza de 0.5 L. en un bar es de unas 650 kr. aunque éste oscila, claro está. Los chupitos varían alrededor de las 500 kr. Y, por último, siento deciros que no os podré ser de mucha ayuda en el precio de las copas. Aún no me planteé pedir precio por ésta.
A parte de los precios, cuando salgáis es importante llevar con ustedes la tarjeta del banco, más que nada porque es el único documento donde sale el kennitala y una foto tuya. En verdad, yo creo que ésto es un negocio del gobierno para que tiremos de la tarjeta cuando estemos más felices de la cuenta...
Por último, reseñar que aunque por el día son muy civilizados, por la noche los islandeses cambian. Bien por la ley seca a la que aún no se han acostumbrado o bien porque se desatan sin más, raro es el fin de semana que dos islandeses no se están dando guantazos. Ustedes lo único que tenéis que hacer es pasar de largo y, nunca, ayudar a un borracho a nada. Aunque esté en el suelo pegando sus últimas cojetadas, puede que sólo esté haciendo el tonto y cuando vuelva a abrir los ojos pensar que fuistéis ustedes los que lo tiraron, él o los amigos... Así que ya sabéis, ustedes a vuestra bola.


Bueno, pues, por ahora, yo creo que es lo más destacable que os puedo comentar. Si falta algo, que seguramente sea que sí pero mi cabeza en época de exámenes tampoco me permite pensar mucho más, me lo decís y ya iré añadiendo o contestando personalmente a cada uno. Sin más, espero que os sirva de ayuda como primer contacto.

Un saludos a todos y si tenéis la oportunidad de venir no os lo penséis.